jueves, 27 de enero de 2011

Thread, Bits Of Life. {2}

Esta noche no sería recordada como una de las mejores y, seguramente, ese sábado iría directo a uno de los peores días que podía recordar en ese mismo momento. Lo único bueno que había sido ocurrido ese día había sido la victoria de esa misma tarde, eso y nada más, ni siquiera la noche había conseguido equilibrar el mal día, algo que la rubia había esperado que ocurriese, más que esperado, deseado. Incluso lo había tenido como algo obvio, siempre sucedía así, no importaba todo lo que le pudiese pasar a lo largo de un día, pues era algo que siempre podía arreglarse con la ayuda de una noche de sábado. Quizás no había sido una buena idea haber salido, quizás, solo quizás, debería haberse quedado en casa y renunciar a sus tan habituales salidas nocturnas, aunque fuese por una mísera vez. No intentó romper con su rutina, y aún de haberlo intentado, dudaba mucho que pudiese haberlo conseguido. Se conocía demasiado bien como para engañarse a sí misma.

Tan solo tenía 18 años, apenas hacía unos meses que había acabado sus estudios en Hogwarts y había tenido la suerte de ser seleccionada para las Arpías de Holyhead, desde que tenía uso de razón había amado al quidditch más que a su propia vida y esa oportunidad le había caído directamente del cielo. Pero, si bien era una buena golpeadora, y profesionalmente envidiable, personalmente su vida era un tanto caótica. Desde hacía tres años que estaba comprometida con un joven al que con el tiempo había aprendido a odiar, realmente él mismo había contribuido con todas sus ganas a ello. Este hecho fue más que suficiente para que la ex – gryffindor rompiese con todas las reglas marcadas por su familia, atrás había quedado su timidez, junto a su respeto hacia sus padres y sus deseos de formar una familia en un futuro. El cambio fue tan radical como inesperado para todos. Simplemente había comenzado a vivir de la noche y de los placeres que esta le ofrecía. Y ahora, era hora de pensar en, por lo menos, intentar madurar, aunque fuese tan solo por el club cuyos colores defendía cada fin de semana.

Tras varios minutos absorta en sus propios pensamientos, volvió a sentir la música de aquel local que tanto le había llamado la atención la primera vez que había ido. Por suerte, había logrado escuchar lo que el castaño había dicho, aunque desconocía si se lo estaba repitiendo o si llevaba hablando desde que se había perdido en su mundo no tan perfecto. – Ni por el momento ni en lo que queda de noche.- Respondió chasqueando la lengua, molesta en parte. Puede que fuese un incentivo a que tratase de cambiar el actual ritmo de su vida, pero no quiso pensar en ello, ya tendría tiempo para poner los pros y los contras a su vida. Arqueó una ceja al mismo tiempo que daba de nuevo un trago a su bebida, sorprendida, en parte, por las palabras de aquel joven. – Es más fácil y rápido así. – Respondió finalmente sin estar segura de que esa fuese la respuesta más idónea. “Yo a ti te conozco” Esas cinco simples palabras se repitieron en su mente como si de un eco se tratase. ¿Cómo iba a conocerla? Por Merlín que era imposible. No le recordaba de otras fiestas, aunque pensándolo bien, no tenía porque ser un muggle, algo que le desconcertó aún más. - ¿Me conoces? ¿Cómo que me conoces? … Nadie aquí me conoce…- respondió sin saber realmente que decir, a pesar de que era cierto de que nadie allí la conocía, por eso mismo era un lugar que frecuentaba tan seguido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario