jueves, 27 de enero de 2011

Thread, Expulsada. {2}

JEANNE.

Era fácil poner especial atención cuando se trataba de asignaturas que realmente llamaran tu interés. Más el día de hoy no estaba con los suficientes ánimos como para aguantar dos horas seguidas de Pociones junto a las águilas. Había dormido bien, no podía negarlo, pues una pequeña travesura en la enfermería le permitió obtener un par de pociones del sueño que hicieron que durmiera por horas y horas como un angelito. Más entró a clases y aún parecía sentir un pequeño síntoma de sueño o cansancio como si aún no se acabara del todo, la esencia adormecedora de la poción. Es por lo mismo, que gran parte de la mañana no tomó suficiente atención en clases y ya para cuando tocaba la clase de Pociones, sus ánimos no eran los mejores. Aprovechó un pequeño revuelo de clase para pedir permiso al profesor, por no sentirse bien.

Es bueno llevarse bien con él. Salió y vio como la rubia que habían echado, se había ido por el camino contrario. Ella, en cambio, fue a dejar sus cosas a la sala común que le quedaba cerca, para después pasear por los jardines un momento. Es tan cómodo como para soportar los pocos rayos de sol de la tarde. Así, cuando se encontró ya fuera, notó la escena que seguramente la entretendría hasta la hora de la cena. Se sacó los zapatos para sentir el césped en sus pies descalzos y se apoyó en el mismo árbol que la rubia águila se apoyaba. Su silencio caminar, generalmente hacía que ella pasara desapercibida hasta el momento en que sus palabras salían. – Nunca había visto a una Águila Rebelde. – Soltó de pronto, sonriendo como pocas veces lo hacía. Tal vez era porque había dormido bien, que andaba de buenos ánimos al sentir el viento en su rostro. Realmente quienes la conocen tienen razón al decir que es una bipolar.


-----

RAIKA.

Estaba frustrada, demasiado para ser ella. No solo un imbécil con coeficiente intelectual cero, o inferior, había contribuido, seguramente, gratamente a su expulsión de la última clase del día. Además, había logrado enfadarla de tal manera que, habiéndose alejado del problema, también llamado slytherin carente de neuronas, y estando sola, a excepción de algún que otro alumno que deambulaba por los jardines después de haber faltado a alguna clase, no era capaz de evitar seguir pensando en ello, y en las palabras del joven. Si, era cierto que su sangre no era completamente pura, pero también era cierto que ella podría llegar a ser mucho mejor bruja de lo que ese imbécil sería nunca. Acabaría como la mayoría de su casa, sirviendo a cualquiera que prometiese una limpieza de sangre. Títeres, eso eran. Se jactaban de su linaje, de sus riquezas, de todo lo que poseían y la facilidad con la que lo conseguían. Pero no dejaban de ser títeres que dependían de un mago o bruja aún más bobo que ellos mismos. Patético.

Enfadada, ya no solo con aquel chico, sino con ella misma también, tiró el libro a su lado. Ya había quedado claro que el punto del día no eran los estudios, lo mejor era rendirse, se ahorraría aún más dolores de cabeza. Pensó en irse a la sala común, no le vendría mal dormir unas horas, aunque tuviese que saltarse la comida, pero una voz femenina sonó por encima de ella. Posó su mirada sobre la joven, a la cual reconoció al instante, habían compartido la última clase, o, al menos, el tiempo que la rubia estuvo en la misma. Otra Slytherin. – Quizás nunca te has molestado en conocer a otras águilas.- Respondió con simpleza, tratando de no mostrarse molesta con ella. Podía ser otra serpiente, mas aún así, y hasta el momento, no le había hecho nada. Y no sería ella quien cambiase eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario