sábado, 25 de diciembre de 2010

Thread, Saturday Night Fever

{Viernes. 22:57 h. || 5ºC en el exterior, Lluvia}


Sábado noche. Para la rubia el mejor día de la semana, y con diferencia. Dos horas después de la cena, y tras haber pasado ese mismo tiempo en la sala común en compañía de algunas compañeras de su curso, se encaminó hacia la que era su habitación durante su estancia en el colegio. Una vez allí cogió uno de sus bolsos de mano y en el guardó la cartera junto a su teléfono móvil. Si, tenía uno, y desde su parecer no había objeto muggle más perfecto. Vistiendo aún el uniforme, se puso la capa, que se encontraba cuidadosamente doblada sobre la cama, y tras esto abandonó la sala común, que, en los quince minutos que había tardado en buscar lo necesario para su salida ya se había vaciado. Apenas había dos alumnos de séptimo, pero estaban lo suficientemente atentos a sí mismos que no se dieron cuenta cuando la rubia cerró la puerta tras ella. Si abandonar la sala común no fue complicado, aún lo fue menos el tener que traspasar las fronteras de Hogwarts, pero antes de esto, y con ayuda de su varita, se cambió el uniforme de Slytherin por un conjunto muggle. No era la primera vez que lo hacía, tampoco sería la última, por ende conocía por donde debía y no ir. Como cada sábado, una moto la esperaba varios metros más abajo. Le había costado trabajo conseguir a alguien dispuesto a llevarla a Hogsmeade, mas no había sido imposible. Sin decir una palabra cogió el casco que le ofrecía el chico y se lo puso, para después acomodarse tras él. No tardaron mucho en llegar al pueblo, y para su suerte las calles estaban completamente desiertas debido a la lluvia. El joven le indicó donde se encontraba el traslator que les llevaría a Londres, y, en cuestión de segundos se encontraba en callejón del centro de la capital inglesa. Perfecto.

Con un leve y apenas visible movimiento de cabeza se despidió del que semana tras semana le llevaba a la ciudad, no hacían falta las palabras y ambos lo sabían. Instantes después él ya había desaparecido entre la gente, y la rubia debería buscar un lugar pronto o acabaría mojada de pies a cabeza. Finalmente decidió entrar en el que se encontraba al otro lado de la calle, parecía que estaba bien y el nombre le había llamado la atención. Ministry of Sound. Antes de acercarse al portero, saco su DNI falso, en el cual aparecía su misma imagen, mas tenía otro nombre y un año más. Se lo mostró al hombre cuando estuvo frente a él y a los segundos ya se encontraba en el interior. Qué fáciles de engañar eran. Sonrió para sí misma. El local estaba hasta arriba de gente, incluso parecía que el aforo máximo ya había sido sobrepasado hacía tiempo, pero eso era lo de menos, tenía una larga e intensa noche por delante y no iba a pensar en estupideces. Antes que nada, se acercó a la barra y esperó a que alguno de los camareros la atendiese. – Un tequila, por favor. – Pidió cuando al fin uno de ellos se acercó. Mientras tanto, se acomodó en uno de los taburetes que había quedado libre.

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